“Vinos perdidos en la capital de vino” Por: Fran Gonzalez Antivilo
Mendoza es una de las “Grandes capitales del vino”, una red mundial de ocho ciudades situadas en ambos hemisferios, que comparten valores económicos y culturales: ser regiones vitivinícolas internacionalmente reconocidas. Es un gran honor participar de ellas, por un lado porque sirve para fomentar al turismo y por otro lado habla de la calidad de nuestros vinos. Por supuesto esto trae trabajo y desarrollo para nuestra región.
Pero esto de vivir es una capital del vino nos encierra y nos hace desconocer en gran medida los productos vínicos de fuera de nuestras tierras. Acá cuesta encontrar vinos de otra zonas productoras de la Argentina ya sea Salta, Patagonia o incluso de nuestra provincia vecina San Juan, y ni que hablar de vinos extranjeros. Los pocos vinos foráneos que llegan son los de bodegas grandes acopladas a una excelente cadena de distribución a lo largo del país. En fin, solo se conocen otros vinos en los viajes.
Pero esto es para los mendocinos. ¿Pero como lo vive el turista? De maravillas. Venir a la capital de vino significa que va a encontrar más de 100 bodegas con atención al turismo, viñedos distribuidos en 4 oasis productivos muy diferentes y sommeliers que les enseñan a disfrutar de las características de un vino. Además existen servicios de traslado cómodos y eficientes como el Bus vitivinícola, paquetes turísticos por los caminos del vino en bus o en bicicletas. Si a esto le sumamos una excelente hotelería y servicio de restorant gourmet y más las 6000 etiquetas diferentes de vinos se puede decir que Mendoza es una excelente lugar para pasar unos día de descanso.
¿Pero qué sabemos de las otras capitales del vino? ¿Donde se produce uva en el resto del mundo? La verdad es que se produce uva y vino en muy pocos países del mundo porque la planta de vid requiere de condiciones ambientales muy particulares. La producción está centrada en las zonas templadas del mundo entre los 30 y 40 ° de latitud de ambos hemisferios. Si viésemos un mapa sería una estrecha franja que tienen las 4 estaciones bien marcadas. Con mucho frío la planta de vid se muerte y con mucho calor se vuelve una “siempre verde” que da dos cosechas al año de mala calidad y que se envejece en pocos años.
Productores del norte son: Francia, España e Italia. También existe una pequeña producción en Alemania y Portugal. Del otro lado del charco se produce uva en EEUU. En el sur hay solo 5 productores: Argentina, Chile, Sudáfica, Australia y Nueva Zelanda. Pero mirando todo el globo terráqueo solo son unos pequeños puntitos los productores. Es por esto que los apasionados del vino solo tienen un par de destinos para elegir.
Pero esto de vivir en el ojo del huracán vínico tiene sus consecuencias enológicas para los amantes de la bebida, y es la escasa posibilidad de adquirir vinos de otras latitudes. Pero la riqueza que se pierde es la de comparar y conocer otros estilos y características. Esta situación no la viven los “compradores” tanto internos como externos. Por ejemplo en Buenos Aires se pueden conseguir vinos de todo el país. Del mismo modo en Colombia, se pueden conseguir vinos europeos sin problemas (a precio de oro, pero al fin el que quiere celeste..).Pero al final para los curiosos del vino en esta capital resulta ser una una suerte agridulce. Hay mucho por comparar pero solo local. Como como todo en la vida a veces hay que perder para ganar.
Pero a pesar de todo te proponemos tarea para la casa: comprá aunque sea 3 vinos de la misma variedad y el mismo estilo (varietal o reserva), y misma gama de precios, pero de distintos lugares. Descorchalos, sacales la cápsula, tapá las etiquetas con una bolsa de papel madera, preparate una picadita, y buscá papel y lápiz. Si tenés 3 copas muchísimo mejor porque podes comparar a la vez. Relajate y jugá, porque para elegir, primero hay que saber comparar.