Este vino marida muy bien conmigo. Es un vino fresco y aromático, de esos que dan ganas de seguir tomando hasta el fin de la botella. Es joven por lo que tiene cuerpo medio, pero con una alta intensidad aromática que recuerda a una ensalada de frutas frescas. Sentí frutas rojas y algún dejo de banana y durazno, en fin, bien frutal dijo mi nariz. También luego de mucho agitar apareció algún rastro dulzón que me hizo acordar a la miel. Volviendo a las sensaciones en boca, ya dije que es de cuerpo medio, pero también es refrescante con una marcada acidez. El alcohol no es notorio, aunque si son más presentes los taninos especialmente en final de boca. Es un vino largo e intenso. Con respecto al color es un rojo pleno con brillos violáceos que se hacen más notorios cuando la copa se está vaciando.
Zona de origen: San Martín, Mendoza
Rango de precio: $ 60-70
Relación precio/calidad: Dos pulgares arriba
Su momento: la lectura de un buen libro.
Con qué acompañarlo: Opciones hay muchas por lo versátil del vino, pero por mí es un vino para tomar sin comida.
Lo mejor: la intensidad
Lo que se puede mejorar: la astringencia en final de boca.
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