Los que preferimos el vino tenemos la opción ideal para los días de calor: un vino blanco bien refrescante. Ya he hablado en un par de ocasiones sobre las ventajas del vino blanco comparado a otras bebidas a la hora de sofocar el calor, pero para disfrutarlo a pleno tiene ciertos secretos que pasaré a compartir.
#1 Cuando lo compres es preferible un vino del año, a lo sumo del año anterior. Serán los vinos que mejor expresen la potencia floral y frutal, menos expuestos a la oxidación por la luz y con una acidez más acentuada. Te das cuenta porque tienen colores generalmente verdosos o dorados muy pálidos.
#2 Tapa a rosca o sintético son los vinos con preferencia para estos días de calor. Evitan la evolución en la botella. Quedan igualitos a como salieron de la bodega.
#3 Mantenerlos un par de horas en la heladera. No te voy a decir que queden a una temperatura determinada, porque para empezar casi nadie tiene termómetro para vinos, pero si te voy a decir que esté bien fresco.
#4 Hay un accesorio muy útil para estos vinos y se llama funda refrigerante. Si no la tienes, la clásica frapera con hielo anda muy bien. Solo tiene una desventaja ya que mojar la botella y hay que ser más prolijo en el servicio.
#5 Último: las copas de vino blanco son más pequeñas y se sirve menos volumen que de un vino tinto. ¿La razón? Evitar que se caliente mientras estamos comiendo o charlando. Preferibles servir más veces pero que cada vez esté bien fresco.
Con esos pequeños detalles disfrutarás mucho más de tus vinos blancos.
PD: Este post sirve para vinos rosados también, excepto #1. Salud!!