Autores: Dr. Francisco Gonzalez Antivilo y Dra. Rosalía Paz
El primer fin de semana de octubre vino con muchos sobresaltos para los productores de frutales de Mendoza. El motivo: el ingreso de un sistema frontal en la región. Automáticamente saltaron las alertas emitidas por la DAAC pronosticando un descenso marcado de la temperatura que podría causar heladas en los tres oasis productivos durante las primeras horas del domingo. Y no se equivocaban. La helada del pasado domingo fue potencialmente dañina, sobre todo en los viñedos y otros cultivos frutales con avanzado estado de brotación. En esta nota comentaremos un poco nuestra experiencia desde adentro de los viñedos.
Para conocer las temperaturas reales a las que están expuestas las plantas es necesario medir adentro del cultivo, y, de preferencia, a la altura donde se encuentra el órgano de interés. En nuestro caso, tenemos instalados en forma permanente sensores de temperatura con registrador de datos (Datalogger) en diferentes viñedos localizados en Rivadavia y Luján de Cuyo. Dichos sensores fueron colocados a los 70 cm del suelo ya que es la altura donde se encuentran las yemas y brotes susceptibles al daño durante una helada de post-brotación (en pre-brotación, el órgano más susceptible es el cuello de la planta). En el caso particular de los datos que vamos a presentar, estos sensores están configurados para registrar a cada una hora, aunque es mejor si se aumenta la frecuencia de registro para cada 10 min.

Con estos datos en mano, evaluamos la dinámica de la helada en los tres sitios antesdichos, comparando los tres parámetros principales que caracterizan una helada: i) la duración, ii) la tasa de descenso (°C/h) y iii) la intensidad (temperatura mínima alcanzada). En este punto, resaltamos que generalmente, cuando se describe una helada, solamente se habla de este último parámetro, pero que los otros dos también son de mucha importancia a la hora de observar daños y muerte en los tejidos. Volviendo al tema en cuestión, en primer lugar, se destaca que el comportamiento general de la helada fue muy similar en todos los sitios, iniciando en forma simultánea alrededor de las 2:00 am y finalizando entre las 5:00 y las 6:00 am. No obstante, las temperaturas mínimas alcanzadas en Rivadavia fueron entre 1 y 2 °C por encima de las alcanzadas en Luján de Cuyo. Esta diferencia se debió a que, en Luján de Cuyo, la tasa de descenso de temperatura fue más pronunciada (entre -0,9 a -1,0 °C/h) que la registrada en Rivadavia (-0,6 °C/h). Asimismo, en el distrito de Agrelo, la helada duró una hora mas que en los otros dos sitios, motivo por el cual alcanzó la mínima más baja que registramos.

Pese a que en Luján de Cuyo las temperaturas mínimas registradas fueron mucho más severas que en Rivadavia, es más probable que hayan ocurrido daños en Rivadavia. Esto debido a que en Luján de Cuyo las yemas de los viñedos aún se encuentran en pre-brotación (cerradas), mientras que en Rivadavia ya había comenzado la etapa de la post-brotación. Habrá que observar como sigue el avance de la fenología y si se detectan daños en las inflorescencias como consecuencia de esta helada.
Esperamos que esta información les haya resultado útil. ¡Salud!