La heterogeneidad térmico-espacial en un viñedo durante un evento de helada

Autores: Francisco Gonzalez Antivilo & Rosalia Paz

Las heladas son las contingencias climáticas que más daños causan en los cultivos a escala regional. Según la magnitud y el momento de cada evento particular, las pérdidas pueden ser muy severas o incluso totales. Pese a esto, pocos productores conocen la realidad térmica a la cual están expuestas las plantas en sus cultivos (que generalmente alcanzan temperaturas muy diferentes e inferiores a las que registran las estaciones meteorológicas de referencia). Ni que hablar de la heterogeneidad espacio-temporal que esta variable puede alcanzar en una misma propiedad. Pero, ¿Qué tan variable puede llegar a ser la temperatura en unas pocas hectáreas?

Para contestar a esta pregunta, hemos realizado un experimento que consistió en distribuir en forma uniforme 40 sensores de temperatura adentro de un viñedo de 72 ha localizado en Valle de Uco (Mendoza) a una razón de 1 sensor cada 1.8 ha. Los mismos fueron instalados a la altura de los brazos de las plantas de vid y configurados para registrar a cada 10 minutos el valor térmico real al cual están expuestos los órganos de las plantas. Del análisis de cientos de miles de datos, hemos obtenido gráficos como el que presentamos a continuación. Dicho gráfico representa el avance de una helada de primavera ocurrida en el año 2019. Pese a que las temperaturas mínimas no fueron muy bajas (la temperatura mínima registrada fue de -6 °C), pueden ser muy dañinas si las yemas ya hubiesen brotado.

No obstante, si desmenuzamos la información presentada podemos observar que las respuestas térmicas de los sitios no fueron iguales en todos los puntos medidos. Un aspecto importante a destacar es que el inicio de la helada (momento en el que la temperatura alcanzó valores de cero grados) no fue a la misma hora en todos los sitios. En este sentido, mientras que en el sensor resaltado en azul las temperaturas descendieron de 0 °C a las 00:30 am, en el sensor resaltado con naranja esto recién ocurrió a eso de las 5:00 am, o sea que la diferencia horaria en el inicio de la helada fue de 4:30 hs. Este dato no es menor si consideramos el tiempo al que están expuestos los órganos a las temperaturas bajo cero: mientras que las plantas en la cercanía del sensor naranja permanecieron bajo cero solamente 3:00 horas, las plantas cercanas al sensor azul lo hicieron durante 8:00 hs. Además, entre estos dos sensores extremos, hay un gradiente de situaciones más o menos severas.

Otro dato importante a resaltar es la temperatura mínima alcanzada en los distintos sitios. En este punto, podemos observar que mientras que en el sitio donde estaba ubicado el sensor naranja la mínima alcanzada en esa noche fue de alrededor de -2 °C, en el sitio del sensor azul la mínima alcanzó los -6 °C. Esto significa que en una misma noche se registró una diferencia térmica de 4 °C entre dos puntos distanciados por unas pocas hectáreas. Esta diferencia puede parecer poca, pero puede ser la diferencia entre pérdidas leves o pérdidas severas en un cultivo. Esta heterogeneidad térmica espacio-temporal puede definir zonas en los cultivos que requieran diferentes tipos de manejo para mitigar las pérdidas y contribuir que el cultivo sea mas sustentable.

Como conclusión, destacamos que las temperaturas en una propiedad pueden resultar muy heterogéneas en el espacio-tiempo. Esta heterogeneidad define los patrones de daño en plantas y las pérdidas en el cultivo, y está regida por las características particulares de cada propiedad (temas que iremos tratando en las próximas entradas).

Esperamos que esta información les haya resultado útil.

Salud!

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Resistencia al frío de la vid – Clase 2021

Esta clase de 40 minutos es una revisión de la temática, con algunos datos propios y otros de colegas, pero que tratan de abarcar brevemente cómo la vid soporta las condiciones desfavorables del invierno y principio de primavera.

La organización consiste en:

  • introducción de conceptos fisiológicos
  • Dependencias. Variabilidad de la resistencia al frío
  • Relación: Resistencia – Heladas

Como cierre, trato someramente algunas actividades a realizar para paliar los daños que pueden producir las heladas.

Como siempre, con el deseo que la información presentada sea de utilidad.

Abajo podrás hacerme llegar tus comentarios o preguntas. Si te gustó, compartí!

Valle del Pedernal, San Juan, Argentina

Es una de las zonas vitivinícolas más altas del mundo, alcanzando los 1.400 msnm. El valle está comprendido entre la cordillera de Los Andes y la cerrillada del Pedernal. Esta última debe su nombre a las piedras que se pueden encontrar allí, y que por composición y forma podrían servir para prender fuego.

El clima es semi-desértico, con escasas precipitaciones y temperaturas moderadas en pleno verano, aunque durante el invierno se impone el rigor de las bajas temperaturas.

La fauna del lugar incluye pequeños ratoncitos, zorros y aves de rapiña, entre otros. En cuanto a la flora, está claramente dominada por las jarillas y diversos géneros de cactáceas.

Microclima en el viñedo y su relación con las heladas pre y post brotación

Una vez arrancado el ciclo vegetativo de la vid, muchos productores se quedan con la duda acerca de los posibles daños producidos por las heladas, tanto previo a la brotación como posterior a ella.

En esta charla, un poco extensa (1 hora 20 minutos), presento algunas generalidades de las heladas, la resistencia al frío, y cómo identificar los síntomas asociados.

PD: La foto de portada de este post corresponde a una foto térmica durante una helada. Los colores rojos indican zonas más cálidas, mientras que los colores azules lo contrario.

Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina

El distrito de Agrelo es una destacada zona vitivinícola del departamento de Luján de Cuyo en Mendoza. Roza los 1.000 metros de altura y si bien presenta una topografía plana, sin grandes irregularidades, si tiene una pendiente moderada en el sentido W-E. Como bonus, una imponente vista a la Cordillera de Los Andes.

En esta zona se cultivan diversas variedades de uvas, pero se destaca la superficie con Malbec, y que por lo general, se conduce en espaldero.

¿El frío es enemigo del Malbec?

Un investigador del Conicet basó su tesis de doctorado en descubrir las razones por las cuales esta variedad resulta especialmente susceptible a las bajas temperaturas

¿El frío es enemigo del Malbec?

El 40% de las empresas pertenecientes a CREA Las Acequias, de la región Valles Cordilleranos, registraron en las últimas campañas serios problemas provocados por las heladas. Su particularidad es que los daños, que ocasionaron incluso la muerte de plantas adultas, afectaron ejemplares que se encontraban aclimatados, formados y prestos para entrar en producción.

<p value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">A raíz de esto, Francisco González Antivilo, ingeniero agrónomo, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet, quien basó su tesis en la relación entre el Malbec y el frío, reveló el particular mecanismo que desarrolla la variedad más emblemática a nivel nacional con su especial susceptibilidad a las bajas temperaturas.A raíz de esto, Francisco González Antivilo, ingeniero agrónomo, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet, quien basó su tesis en la relación entre el Malbec y el frío, reveló el particular mecanismo que desarrolla la variedad más emblemática a nivel nacional con su especial susceptibilidad a las bajas temperaturas.

Se trata de un estudio de laboratorio inédito en la Argentina, con simulación de heladas, que vino a desentrañar lo que era un misterio para la industria vitivinícola del noroeste de Mendoza.

La investigación

Según cuenta González Antivilo, su relación con el tema surgió porque “al circular por las fincas observaba plantas muertas, pero cuando los productores me preguntaban qué había pasado, no podía darles una razón concreta. Llevaba muestras a distintas universidades o se las mostraba a otros colegas, pero nadie sabía con certeza qué era lo que había ocurrido. Hasta que conocí a Markus Keller, un fisiólogo vegetal estadounidense que suele ofrecer cursos en Mendoza. Él me dijo que era muy probable que el problema estuviera relacionado con las heladas, aunque le extrañaba, porque en realidad esos daños solían producirse con temperaturas inferiores a las que se registran en nuestra provincia”.

En esa misma línea, agregó: “Ese interrogante fue el punto de partida de mi tesis: me propuse descubrir qué era lo que estaba ocurriendo y demostrarlo. Lo hice con el apoyo del Conicet, que financió la investigación. Incluso visité el laboratorio de Keller, llamado IAREC, localizado en una zona muy fría del estado de Washington, donde aprendí a usar distintos instrumentos e incorporé los principales conceptos teóricos para entender qué pasaba”.

De acuerdo con el experto, “a nivel internacional existe abundante información relacionada a las heladas, tanto invernales como primaverales, pero en general el tema es abordado desde el punto de vista climático, sin considerar los cambios fisiológicos que tienen lugar en la planta. Es sabido que las heladas son perjudiciales en invierno, pero se desconocía qué tejidos afectaba y el modo en que una misma variedad podía verse condicionada por el ambiente. A nivel local, la información era nula, ni siquiera se reconocían los síntomas presentes en nuestros viñedos”.

Con respecto a por qué desarrollar solo la variedad Malbec, González Antivilo reveló: “Inicialmente, mi objetivo consistía en probar variedades de distintos ciclos. Por ejemplo, Chardonnay, que es temprana; Cabernet, que es tardía; y Malbec, que es intermedia. Por cuestiones de presupuesto y de extensión del trabajo, decidí concentrarme en la variedad tinta más plantada del país, que hoy abarca cerca de 40.000 hectáreas”.

Pero, ¿cómo se llevó cabo la investigación? “En una primera etapa desarrollé en laboratorio un software en el que uno ingresa todas las variables que caracterizan a una helada: pendiente, duración, forma de la curva, etc. Este programa maneja un freezer que simula la helada. Dispone de unas placas Peltier, que consisten en pequeñas celdas de cerámica capaces de detectar un salto voltaico y, por lo tanto, el congelamiento del agua, es decir, los cambios de energía provocados por el cambio de fase. Es, por ende, un indicador de que el agua dentro del tejido vegetal se está congelando”.

“Se hicieron cortes anatómicos para comprobar visualmente lo que indicaba el simulador: el tejido se pone marrón cuando la planta se muere. Medí la producción, el vigor, la cantidad de azúcar que cargan los racimos”, añadió. Así, se determinaron todos los componentes que tienen que ver con el viñedo para demostrar hasta donde podía llegar el daño si las plantas sobrevivían.

Conclusiones

La primera conclusión de la tesis de González Antivilo es que las temperaturas invernales del noroeste de Mendoza, si bien no son tan bajas como las de otras áreas vitivinícolas, pueden ocasionar la muerte de los tejidos. Esto es así porque el ambiente influye notablemente en el estado de aclimatación y desaclimatación de esta variedad, es decir, que la resistencia que tiene cada planta está relacionada con el lugar donde vive.

Así, en sintonía con el especialista, resultó que el Malbec que había sido plantado en condiciones cálidas se desaclimataba a una tasa mucho mayor que el que estaba en una zona fría. Y ejemplificó: “Es como si la planta dijera: “el invierno ya terminó” y empezara a perder resistencia. En cambio, las plantas de una zona fría necesitan un umbral térmico mayor para comenzar a desaclimatarse”.

Por último, la tesis también permitió poner de relieve que las zonas vitivinícolas argentinas presentan una gran amplitud térmica diaria durante todo el año, una condición que contrasta con la de las regiones vitivinícolas donde se generó la información disponible acerca de la resistencia de las vides. “Esta diferencia determina que, en general, las plantas en nuestra zona presenten menor resistencia al frío que aquellas que se desarrollan en regiones donde la amplitud térmica diaria es limitada”, concluyó.

<p class="has-drop-cap" value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">Link Nota original web Agroempresario del 22 de junio del 2020Link Nota original web Agroempresario del 22 de junio del 2020

https://www.agroempresario.com.ar/notas-18930.html

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Mujeres en la viña

El Malbec y el frío – Revista CREA 470 (dic19)

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